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Adicciones: Afrontando el Problema desde la Psicología Cognitivo-Conductual y el Camino hacia la Recuperación

Las adicciones son un desafío complejo que afecta a millones de personas, no solo por el impacto inmediato que tienen, sino también por las repercusiones a largo plazo en la salud física y mental. Si bien las adicciones más conocidas son las que involucran sustancias como el alcohol o la cocaína, el abuso y la dependencia de medicamentos recetados, como los somníferos o hipnóticos, se han convertido en un problema creciente en la sociedad moderna. Estas sustancias, que inicialmente se prescriben para tratar trastornos como el insomnio o la ansiedad, pueden generar una dependencia peligrosa que afecta todos los aspectos de la vida de una persona. Afortunadamente, la psicología cognitivo-conductual (TCC) ofrece un enfoque eficaz para tratar estas adicciones, permitiendo a los pacientes transformar su vida y recuperar el control.

La Adicción desde la Perspectiva Cognitivo-Conductual

La psicología cognitivo-conductual parte de la premisa de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están estrechamente interrelacionados. En el caso de las adicciones a sustancias como la cocaína, el alcohol y los somníferos o hipnóticos, los patrones de pensamiento disfuncionales son los que perpetúan el consumo. Creencias como “no puedo dormir sin los somníferos”, “necesito alcohol para socializar” o “sin cocaína no puedo funcionar” son comunes en los individuos que luchan con estos trastornos.

El objetivo de la TCC es identificar estos pensamientos distorsionados, desafiarlos y reemplazarlos con pensamientos más realistas y funcionales. A través de este proceso, el paciente puede aprender nuevas formas de afrontar las dificultades emocionales o sociales sin recurrir a las sustancias. La TCC también se enfoca en desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables para ayudar a manejar el estrés, la ansiedad o la falta de sueño, y así reducir la necesidad de consumir sustancias.

Fases de la Recuperación

El proceso de recuperación de una adicción, ya sea a la cocaína, el alcohol o los somníferos, no es algo que suceda de la noche a la mañana. Implica un trabajo constante, y es normal que haya recaídas. Sin embargo, con el enfoque adecuado, el apoyo necesario y un compromiso firme, es posible lograr la recuperación. A continuación, describo las fases típicas del tratamiento cognitivo-conductual para las adicciones:

  1. Fase Inicial: Reconocimiento del Problema

El primer paso en la recuperación es reconocer que hay un problema. Muchas personas, especialmente aquellas que abusan de somníferos o hipnóticos, no siempre reconocen la magnitud de su dependencia. En esta fase, el terapeuta ayuda a que el paciente vea cómo su consumo de sustancias está afectando su vida y proporciona el espacio para hablar abiertamente sobre el uso de la sustancia.

  1. Fase de Modificación Cognitiva

En esta fase, el objetivo es identificar y cambiar los pensamientos que perpetúan la adicción. Por ejemplo, alguien que depende de los somníferos puede tener pensamientos como “No puedo dormir sin la pastilla” o “Si no duermo bien, no puedo rendir al día siguiente”. La TCC desafía estas creencias y ayuda al paciente a reemplazarlas por pensamientos más realistas y adaptativos, como “Existen formas naturales de mejorar el sueño” o “Puedo enfrentar el día sin necesidad de recurrir a una pastilla”.

  1. Fase de Reemplazo de Conductas

Una vez que los patrones de pensamiento han comenzado a cambiar, el siguiente paso es reemplazar el comportamiento adictivo con actividades saludables. En el caso de los somníferos, esto podría incluir la incorporación de hábitos de sueño más saludables, como la higiene del sueño, la relajación antes de dormir y la reducción del estrés durante el día. En el caso del alcohol o la cocaína, el terapeuta trabaja para identificar alternativas que proporcionen satisfacción y bienestar sin la necesidad de consumir sustancias.

  1. Fase de Prevención de Recaídas

Las recaídas son comunes en el tratamiento de las adicciones, y a menudo se producen cuando el paciente se enfrenta a situaciones de estrés, presión social o recuerdos relacionados con el consumo. La prevención de recaídas es crucial, y en esta fase, se enseñan al paciente técnicas para reconocer y manejar los desencadenantes que los impulsan a consumir. Esto incluye la práctica de habilidades de afrontamiento, la gestión del estrés y la construcción de un sistema de apoyo que favorezca la recuperación a largo plazo.

Tipos de Ayuda y Especialistas a Consultar

El tratamiento de la adicción a los somníferos, el alcohol o la cocaína generalmente requiere una intervención multidisciplinaria. Junto con el trabajo terapéutico cognitivo-conductual, el paciente puede necesitar apoyo de otros especialistas:

  • Psiquiatras: Si la adicción está acompañada de trastornos mentales como depresión o ansiedad, un psiquiatra puede ser necesario para prescribir medicación que ayude a estabilizar el estado emocional del paciente mientras trabaja en su recuperación.
  • Psicólogos Especializados: Estos profesionales cuentan con formación específica para abordar las adicciones desde un enfoque cognitivo-conductual. Su función es guiar al paciente a través de las fases del tratamiento y ayudarle a superar las barreras emocionales que dificultan la recuperación y a organizar su vida diaria, estableciendo rutinas saludables y apoyando la reintegración de nuevas actividades gratificantes que reemplacen el consumo de sustancias.
  • Grupos de Apoyo: Los grupos como Alcohólicos Anónimos (AA), Narcóticos Anónimos (NA) y otros específicos para quienes abusan de medicamentos recetados, ofrecen apoyo social y emocional. El compartir experiencias con personas que atraviesan problemas similares puede ser muy útil en el proceso de sanación.

CASO: La Recuperación de Alex (nombre ficticio)

Alex tiene 37 años y comenzó a tomar somníferos recetados por su médico debido a insomnio crónico, asociado a un periodo de alta ansiedad debido a su trabajo y situaciones familiares. Al principio, los somníferos le permitieron descansar, pero con el tiempo empezó a depender de ellos para dormir. Además, comenzó a consumir alcohol en las reuniones sociales como una forma de relajarse y desconectar del estrés del trabajo y la familia. A pesar de que sabía que el consumo excesivo de ambas sustancias le estaba afectando la salud, Alex no se sentía capaz de dejarlo.

Fase 1: Reconocimiento del Problema
Alex comenzó a reconocer que su dependencia de los somníferos y el alcohol estaba fuera de control cuando notó que no podía dormir sin la pastilla, y que sus interacciones sociales siempre involucraban el consumo de alcohol. Este fue un momento de autorreflexión que lo impulsó a buscar ayuda profesional.

Fase 2: Modificación Cognitiva
Con la ayuda de las sesiones en terapia, Alex identificó los pensamientos disfuncionales que mantenían su adicción, como “No puedo dormir sin los somníferos” y “El alcohol me ayuda a relajarme y olvidar los problemas”. A través de la TCC, aprendió a desafiar estos pensamientos, reconociendo que podía tomar medidas naturales para mejorar su sueño y que había otras formas de relajarse sin recurrir al alcohol.

Fase 3: Reemplazo de Conductas
El siguiente paso fue reemplazar las conductas adictivas con alternativas saludables. Alex comenzó a incorporar una rutina de relajación antes de dormir, utilizando técnicas de respiración profunda y meditación. Además, se comprometió a practicar ejercicio regularmente y a unirse a un grupo de apoyo para reducir la tentación de consumir alcohol en situaciones sociales.

Fase 4: Prevención de Recaídas
Durante las primeras etapas de su recuperación, Alex tuvo momentos de recaída, especialmente en situaciones estresantes en el trabajo, de familia o al socializar con amigos que aún consumían alcohol. Sin embargo, gracias a las herramientas que aprendió en la TCC, pudo reconocer estos desencadenantes y reaccionar de manera más saludable, evitando el consumo de sustancias.

Tiempo en Terapia:
Alex lleva en terapia 12 meses, con sesiones semanales durante los primeros seis meses. Después de ese tiempo, pasó a sesiones cada dos semanas, y finalmente, a una sesión mensual para mantener su progreso. En estos momentos, se siente seguro y capaz de manejar su vida sin la necesidad de los somníferos ni el alcohol.

Resultado Final:
Hoy en día, Alex está libre de somníferos y alcohol durante más de seis meses. Su calidad de sueño ha mejorado significativamente, y ha encontrado otras maneras de gestionar el estrés y la ansiedad sin depender de sustancias. Aunque ocasionalmente se enfrenta a la tentación, ha aprendido a implementar estrategias de afrontamiento efectivas y a contar con una red de apoyo que le ayuda a mantenerse en su camino hacia la recuperación.

Conclusión

Las adicciones, ya sea a la cocaína, el alcohol o los somníferos, pueden parecer insuperables, pero con el enfoque adecuado, la psicología cognitivo-conductual ofrece herramientas poderosas para transformar estas conductas. A través de la modificación de pensamientos, el reemplazo de conductas y la prevención de recaídas, los pacientes pueden superar su dependencia y recuperar una vida plena y satisfactoria. En el Centro de Psicología Mayte Peláez, apostamos por una intervención personalizada, empática y basada en evidencia científica, donde el objetivo no es únicamente dejar atrás la adicción, sino acompañar a la persona en la construcción de una vida con sentido, autonomía y bienestar. Con un enfoque integral que incluye terapia individual, apoyo familiar y trabajo en habilidades personales. Brindamos herramientas reales para iniciar un proceso de cambio duradero. Porque nadie debería enfrentar este camino en soledad, y con el acompañamiento adecuado, la recuperación sí es posible.

Imágenes: Freepik

1 Comment

  • Eva
    Posted 22 de septiembre de 2025 at 20:51

    Muy completo, explicado al completo en muy pocas líneas.

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