El verano termina. Los días se acortan, las temperaturas bajan y el ritmo relajado de las vacaciones da paso al ajetreo de la rutina. Para muchas personas, este cambio de estación viene acompañado de una carga emocional difícil de ignorar. Volvemos a la agenda, a las responsabilidades… y también, muchas veces, a esos problemas personales…