En el imaginario colectivo, las personas complacientes suelen ser vistas como “buenas personas”; amables, serviciales, generosas, siempre dispuestas a ayudar. Pero desde la perspectiva psicológica, la complacencia excesiva puede esconder dinámicas personales y relacionales disfuncionales que afectan tanto a quien la ejerce como a quienes lo rodean. En este artículo, exploraremos qué hay detrás de…