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Número Desconocido El impactante documental de Netflix sobre el acoso digital que te sorprenderá

Número Desconocido: un documental que atrapa y despierta conciencia

A finales de agosto de 2025, Netflix lanzó el documental Número Desconocido, que rápidamente llamó la atención por su inquietante relato sobre el acoso digital y sus devastadoras consecuencias. Sigue la historia de una adolescente que comienza a recibir mensajes anónimos y amenazantes a través del teléfono, extendiendo el acoso a su círculo cercano, incluido su novio.

Lo que en un principio parece un caso típico de ciberacoso se convierte en una compleja investigación llena de giros inesperados. La serie explora no solo el fenómeno del acoso, sino también las dinámicas familiares y emocionales que pueden estar detrás de situaciones tan delicadas como ésta.

Número Desconocido invita a reflexionar sobre el impacto psicológico del abuso, la manipulación y el daño invisible que muchas veces se esconde bajo la apariencia de una familia “normal”.

[ALERTA DE SPOILER] Revelación sobre Número Desconocido

Si aún no has visto el documental y prefieres descubrirlo por ti mismo, te recomiendo detener la lectura aquí y una vez visto volver.

🔴 ALERTA SPOILER: La responsable de los mensajes amenazantes que recibía la adolescente no era un acosador externo, sino la propia madre. Utilizando múltiples números telefónicos, envió insultos vejatorios, humillaciones sobre el físico de su hija, amenazas constantes e incluso mensajes de inducción al suicidio.

La pregunta que Netflix no resuelve es: ¿Qué trastorno de la personalidad tiene Kendra Likari, la madre que acosaba a su hija? No se puede afirmar un diagnóstico, ya que… obviamente no la conozco, no la tengo como paciente, ni la he evaluado, pero sí se observan en el documental, patrones compatibles con rasgos de narcisismo encubierto también llamado vulnerable que parecen corresponder con el comportamiento que muestra.

Son los siguientes:

  1. Necesidad de control encubierta
    Kendra parece haber sentido un miedo profundo a “perder” a su hija, lo que la llevó a intentar manipular la situación para mantenerla cerca. También hay acciones que dejan entre ver que siente envidia hacia su hija por su belleza y popularidad con los chicos.
    Este tipo de control disfrazado suele ser un rasgo de narcisismo vulnerable o encubierto.
  2. Mentiras e identidades falsas
    Usar perfiles falsos, ocultar la identidad en Internet, generar mensajes anónimos, y mentir sobre su empleo durante el tiempo que duró el acoso.
    Esa duplicidad o doble cara (“yo soy madre, protectora”, pero también persecutora detrás de una identidad oculta) es típica del narcisismo encubierto.
  3. Sentimientos de amenaza por el crecimiento o autonomía de la hija
    Según lo reportado, Kendra justifica su acción diciendo que al ver crecer a su hija, sintió miedo de perder su cercanía.
    En narcisismo vulnerabe, la autonomía del otro puede sentirse como una amenaza (“¿qué pasa si ya no me necesita?”), lo cual desencadena comportamientos de control o acoso.
  4. Gaslighting, manipulación emocional
    Aunque no todos los detalles son públicos, enviar mensajes amenazantes, comentarios engañosos, manipular percepciones del entorno (hacer creer que otros podrían estar implicados) — todo eso apunta a un uso de la manipulación psicológica.
  5. Falta de empatía evidente hacia el sufrimiento de la hija
    Continuar con los mensajes amenazantes, ordenando cosas como que “se quite la vida”, etc., muestra una desconexión con el dolor de la hija.
    El narcisista encubierto no siempre actúa con agresividad visible, pero puede ocasionar daño psicológico severo sin mostrar una culpa proporcional.
  6. Inseguridad, vulnerabilidad subyacente
    Lo que se sabe del caso: traumas previos de juventud, miedo de abandono o de perder la conexión con la hija. Esa inseguridad puede alimentar muchas de las conductas de acoso/control.
  7. Ambivalencia en el rol relacional
    Madre/protectora por un lado, acosadora por otro. También intento de recuperar el vínculo, remordimiento declarado (“arrepentida…”), lo que puede mostrar que no es un narcisismo “clásico grandioso” sino más vulnerable, con altos grados de ambivalencia.
  8. Proyección o atribución de culpa externa
    Hay un intento de justificar sus acciones culpando a circunstancias externas (temor, traumas pasados), en vez de asumir plena responsabilidad de inmediato. Incluso manifiesta una creencia subjetiva en que todos cometemos delitos, solo que a ella la han pillado.

Las madres narcisistas encubiertas o vulnerables, se caracteriza por comportamientos sutiles, muchas veces disfrazados de victimismo, sensibilidad extrema y sacrificio maternal. Estas madres no imponen su voluntad con autoridad visible, sino que controlan a través de la culpa, la manipulación emocional y el chantaje.

Suelen:

  • Presentarse como víctimas perpetuas, exigiendo constante atención y apoyo emocional.
  • Utilizar el sufrimiento propio para manipular y silenciar a sus hijos.
  • Reaccionar con hipervigilancia ante cualquier señal de autonomía.
  • Proyectar una imagen impecable en la esfera social, dificultando que otros reconozcan el maltrato emocional.
  • Generar en sus hijos sentimientos profundos de culpa, baja autoestima y confusión.

El daño que causan no siempre es visible, pero deja huellas profundas en la salud emocional y en el desarrollo de la identidad de sus hijos.

Estos mensajes no solo infundían miedo, sino que también buscaban destruir la autoestima de la joven, induciéndola a pensamientos suicidas y a un estado de dependencia emocional extrema.

Este caso ejemplifica hasta dónde puede llegar una madre narcisista encubierta: su manipulación no es evidente, sino velada y devastadora, utilizando el miedo, la humillación y la amenaza para mantener el control emocional sobre su hija.

Impacto emocional en los hijos

Cuidar de una madre narcisista encubierta implica muchas veces asumir un rol de “cuidador emocional” desde pequeños. En el Centro Psicoeducativo Mayte Peláez acompañamos a adultos que han vivido esta realidad y presentan:

  • Dificultad para reconocer y expresar sus propias emociones.
  • Baja autoestima y autoexigencia elevada.
  • Miedo a decepcionar o romper lazos afectivos.
  • Relaciones personales marcadas por la codependencia.
  • Sentimientos profundos de culpa y vacío.

Reconocer esta dinámica es fundamental para iniciar un proceso de sanación y establecer límites saludables que permitan una vida emocional plena.

Reflexiones finales desde el Centro Psicoeducativo Mayte Peláez

En nuestro centro sabemos que estas dinámicas invisibles suelen pasar desapercibidas, pero el impacto emocional es profundo y duradero. La culpa, la baja autoestima y la confusión son marcas que acompañan a muchos adultos que crecieron bajo la influencia de madres narcisistas encubiertas.

Si te sientes identificado o conoces a alguien que esté atravesando una situación similar, recuerda que pedir ayuda es fundamental. En el Centro Psicoeducativo Mayte Peláez ofrecemos espacios seguros y acompañamiento profesional para sanar heridas emocionales y aprender a construir relaciones saludables.

Imágenes: Netflix, Freepik

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