Muchas personas se acercan a la psicología con curiosidad, dudas o incluso desconfianza. Una de las preguntas más comunes es: “¿Qué se hace realmente en una sesión de terapia?” En este artículo, te explico de manera clara y basada en evidencia qué puedes esperar si decides comenzar un proceso terapéutico desde la perspectiva cognitivo-conductual, uno de los enfoques más utilizados y validados científicamente en el tratamiento de problemas emocionales y conductuales y utilizado por mí en mis sesiones.

¿Qué es la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
La Terapia Cognitivo-Conductual es un enfoque psicológico centrado en identificar, comprender y modificar pensamientos y conductas que generan malestar emocional o dificultan el funcionamiento en la vida diaria. Parte de la idea de que lo que pensamos influye en cómo nos sentimos y cómo actuamos, y que cambiando nuestros patrones de pensamiento y comportamiento, podemos mejorar nuestro bienestar.
¿Qué sucede en las sesiones?
Las sesiones de TCC son estructuradas, colaborativas y con objetivos concretos. A continuación, te explico las etapas y dinámicas más comunes del proceso terapéutico:
1. Evaluación inicial
Durante las primeras sesiones, la psicóloga recopilará información relevante para comprender tu situación. Esto incluye:
- Motivo de consulta: ¿qué te trajo a terapia?
- Historia personal y familiar
- Estado emocional actual
- Patrones de pensamiento, conducta y relaciones
- Evaluación de síntomas (ansiedad, depresión, estrés, etc.)
Esta fase no solo ayuda al profesional a entenderte, sino que también permite establecer objetivos terapéuticos realistas y adaptados a ti.

2. Psicoeducación
Una parte importante de la TCC es entender cómo funciona tu mente. El psicólogo te explicará, de forma clara y adaptada, cómo se relacionan tus pensamientos, emociones y conductas. Por ejemplo, si sufres de ansiedad, aprenderás por qué se activa, cómo se mantiene y qué puedes hacer para manejarla mejor.
3. Identificación de pensamientos automáticos y distorsiones cognitivas
Aprenderás a detectar los pensamientos automáticos negativos que aparecen ante ciertas situaciones, muchas veces de forma inconsciente. También se trabajan las distorsiones cognitivas, que son formas de pensar inexactas o poco realistas que generan malestar (como el pensamiento catastrofista, la generalización excesiva o el “debería”).
4. Reestructuración cognitiva
Una vez identificados los pensamientos disfuncionales, el objetivo es evaluarlos críticamente y generar alternativas más realistas y equilibradas. No se trata de pensar “positivo” sin más, sino de adoptar una mirada más objetiva y funcional de las situaciones.
5. Intervenciones conductuales
La parte “conductual” de la TCC implica cambiar patrones de comportamiento que refuerzan el malestar. Algunas técnicas comunes son:
- Exposición gradual (para afrontar miedos)
- Entrenamiento en habilidades sociales
- Resolución de problemas
- Activación conductual (para combatir la inactividad y la falta de motivación)
Estas estrategias se trabajan en sesión, pero también se aplican fuera de ella, en el día a día.
6. Tareas para casa
Una característica clave de la TCC es que la terapia no se limita a lo que pasa en consulta. Se suelen proponer ejercicios o tareas entre sesiones para practicar lo aprendido. Esto acelera el cambio y ayuda a consolidar los avances.
7. Seguimiento y prevención de recaídas
A medida que se avanza, las sesiones pueden espaciarse. Se trabaja en fortalecer las habilidades adquiridas y en elaborar un plan para prevenir recaídas, reconociendo señales de alerta y sabiendo cómo actuar si vuelven a surgir dificultades.

¿Qué puedes esperar del proceso?
- Un espacio seguro y sin juicio
- Herramientas prácticas para gestionar pensamientos, emociones y conductas
- Un rol activo: el cambio requiere compromiso y práctica
- Un proceso con inicio, desarrollo y final
Conclusión
Iniciar un proceso psicológico puede generar incertidumbre, pero conocer cómo funciona te ayuda a dar ese paso con mayor seguridad. La Terapia Cognitivo-Conductual no es una fórmula mágica ni una conversación improvisada: es un método estructurado, probado y eficaz que te ofrece herramientas reales para afrontar tus dificultades y construir un bienestar más sólido.
Si te resuena este enfoque y estás listo/a para comenzar un cambio, en Mayte Peláez – Centro Psicoeducativo estaremos encantados de acompañarte en tu proceso.

Imágenes: Freepik